
Soy el Dr. Daniel Amaya, alergólogo de Medellín (Colombia). Hoy quiero hablarte sobre algo fundamental para quienes padecen asma o alguna enfermedad respiratoria crónica: cómo usar un inhalador.
Muchas veces veo pacientes que llevan años usando su inhalador de manera incorrecta, sin saberlo. Inhalan muy rápido, no coordinan bien la respiración con la pulsación o no mantienen la dosis el tiempo suficiente en los pulmones. Esto reduce la efectividad del medicamento y hace que los síntomas no mejoren como deberían.
Así que si usas un inhalador (o cuidas de alguien que lo usa), quédate conmigo. Te explicaré por qué es tan importante conocer la técnica correcta y cuáles son los beneficios de hacerlo bien.
¿Por qué es importante saber cómo usar un inhalador?
Usar un inhalador no es tan intuitivo como parece. No es como tomar una pastilla que solo hay que tragar. En este caso, el medicamento debe llegar hasta los pulmones en la cantidad correcta para que haga su trabajo.
Si la técnica no es la adecuada, puede quedarse en la boca o en la garganta, perdiéndose una gran parte del medicamento. Si esto pasa, existe el riesgo de que el tratamiento no funcione como debería y también puede aumentar el riesgo de efectos secundarios, como irritación en la garganta o candidiasis oral (una infección por hongos en la boca).
Además, cuando la enfermedad no está bien controlada, es más probable que sufras crisis de asma o síntomas persistentes, lo que puede llevarte a usar más medicación de la necesaria o incluso a urgencias.
Aprender a usar bien el inhalador te ayuda a evitar complicaciones.
Beneficios del uso correcto de los inhaladores
Cuando dominas la técnica de inhalación, notarás una gran diferencia. Estos son algunos de los beneficios más importantes:
Mejor control de los síntomas
Al recibir la dosis adecuada en los pulmones, la inflamación y la obstrucción bronquial mejoran, reduciendo la tos, la opresión en el pecho y la sensación de ahogo.
Menos crisis asmáticas
Un buen control de la enfermedad significa menos episodios de dificultad respiratoria, lo que se traduce en menos visitas a urgencias y menos días con limitaciones en tus actividades diarias.
Menos efectos secundarios
Si el medicamento llega donde debe, evitas que se quede en la garganta y reduces problemas como ronquera o infecciones orales.
Mayor ahorro en medicamentos
Usar el inhalador correctamente significa aprovechar cada dosis al máximo, lo que ayuda a que el tratamiento sea más eficiente y no tengas que gastar de más.
Más independencia y confianza en tu tratamiento
Saber que estás haciendo bien las cosas te da tranquilidad. No dependerás tanto de consultas médicas para ajustar la dosis porque tendrás un mejor control de tu enfermedad.
Tipos de inhaladores y sus características
Cuando hablamos de inhaladores, es importante saber que no todos son iguales. Existen diferentes tipos de dispositivos, cada uno con su propia forma de uso y particularidades. Algunos requieren una inhalación más fuerte, otros necesitan coordinación entre la pulsación y la respiración, y algunos funcionan de manera automática.
Elegir el inhalador adecuado no es solo cuestión de preferencia, sino de encontrar el que mejor se adapte a tu capacidad respiratoria y a tu enfermedad. Por eso, en esta sección te explicaré los principales tipos de inhaladores, sus características y en qué casos se suelen utilizar.
1. Inhaladores presurizados (pMDI)
Los inhaladores presurizados dosificadores (también llamados MDI, por sus siglas en inglés) son los más comunes y reconocibles. Se componen de un cartucho metálico con el medicamento en forma de aerosol, contenido en un gas presurizado. Al presionar el cartucho, se libera una dosis medida del medicamento en forma de niebla fina.
Características de los pMDI:
- Son compactos y portátiles.
- Se deben agitar antes de usarlos para mezclar bien el medicamento.
- Requieren una buena coordinación entre la pulsación y la inhalación.
- Se pueden usar con una cámara espaciadora para facilitar su administración.
¿Para quiénes se recomiendan?
Los pMDI son una excelente opción para la mayoría de los pacientes, pero pueden ser complicados para niños, adultos mayores o personas con problemas de coordinación, ya que requieren sincronizar la pulsación con la inhalación.
Consejo: Si te cuesta coordinar el uso del inhalador, usar una cámara espaciadora puede ayudarte a mejorar la eficacia del medicamento.

Uso del inhalador presurizado (pMDI)
Este es uno de los inhaladores más utilizados, pero también uno de los que más errores técnicos presentan. Como mencioné antes, al ser un aerosol presurizado, necesita una buena coordinación entre la pulsación y la inhalación.
Existen dos formas de usarlo: con cámara espaciadora (recomendada para la mayoría de los pacientes) y sin ella.
Con cámara espaciadora (recomendada para la mayoría de los pacientes)
- Paso 1: Agita el inhalador antes de usarlo.
- Paso 2: Acopla el inhalador a la cámara espaciadora.
- Paso 3: Exhala profundamente (fuera del espaciador).
- Paso 4: Coloca la boquilla de la cámara en tu boca y sella bien los labios alrededor.
- Paso 5: Pulsa el inhalador una sola vez y respira lenta y profundamente por la boca.
- Paso 6: Aguanta la respiración unos 5-10 segundos y luego exhala suavemente.
- Paso 7: Si necesitas otra dosis, espera unos segundos y repite el procedimiento.
Consejo: Algunas cámaras espaciadoras tienen una válvula que hace ruido si inhalas demasiado rápido. Hazlo despacio para que el medicamento llegue mejor a los pulmones.
Sin cámara espaciadora (requiere mayor coordinación)
- Paso 1: Agita el inhalador.
- Paso 2: Retira la tapa y coloca la boquilla entre los labios, sellando bien.
- Paso 3: Exhala profundamente (pero sin hacerlo dentro del inhalador).
- Paso 4: Inhala profundamente por la boca al mismo tiempo que presionas el cartucho.
- Paso 5: Mantén la respiración 5-10 segundos y exhala lentamente.
- Paso 6: Espera unos segundos antes de repetir si necesitas otra dosis.
Errores comunes:
❌ Exhalar dentro del inhalador antes de inhalar.
❌ No coordinar la pulsación con la inhalación.
❌ No aguantar la respiración después de inhalar.

2. Inhaladores de polvo seco (DPI)
Los inhaladores de polvo seco (DPI, por sus siglas en inglés) son dispositivos que liberan el medicamento en forma de polvo fino en lugar de aerosol. A diferencia de los pMDI, no necesitan un gas propulsor; el medicamento se activa con la fuerza de la inhalación del paciente.
Características de los DPI:
- No requieren coordinación entre pulsación e inhalación.
- Son fáciles de usar, especialmente para personas mayores y niños mayores de 6 años.
- Necesitan una inhalación profunda y fuerte para que el medicamento llegue a los pulmones.
- Algunos vienen con dosis precargadas (Accuhaler, Ellipta) y otros requieren que se cargue la dosis antes de cada uso (Turbuhaler, Handihaler).
¿Para quiénes se recomiendan?
Los DPI son ideales para personas que tienen dificultades para coordinar la pulsación con la inhalación, pero no son recomendables para quienes tienen poca fuerza inspiratoria, como algunos pacientes con enfermedad pulmonar avanzada o crisis asmáticas graves.
Consejo: Si usas un DPI, asegúrate de no exhalar dentro del dispositivo antes de inhalar, ya que la humedad puede hacer que el polvo se aglomere y no se inhale correctamente.
Uso del inhalador de polvo seco (DPI)
Los inhaladores de polvo seco no tienen gas propulsor, por lo que necesitan una inhalación más fuerte para que el medicamento llegue a los pulmones. Dependiendo del modelo, pueden ser unidosis o multidosis.
Unidosis (ej. Aerolizer, Handihaler)
- Paso 1: Abre el inhalador y coloca la cápsula en el compartimento indicado.
- Paso 2: Presiona el botón o mecanismo del inhalador para perforar la cápsula.
- Paso 3: Exhala profundamente (fuera del inhalador).
- Paso 4: Coloca la boquilla en tu boca y realiza una inhalación fuerte y profunda.
- Paso 5: Aguanta la respiración 5-10 segundos y exhala lentamente.
- Paso 6: Si queda polvo en la cápsula, repite la inhalación.
Multidosis (ej. Accuhaler, Ellipta)
- Paso 1: Abre el inhalador (deslizando la tapa o girando el mecanismo según el modelo).
- Paso 2: Exhala profundamente (fuera del inhalador).
- Paso 3: Coloca la boquilla en la boca y realiza una inhalación fuerte y profunda.
- Paso 4: Aguanta la respiración 5-10 segundos y exhala suavemente.
- Paso 5: Cierra el inhalador y guárdalo.

3. Inhaladores de niebla fina
El inhalador de niebla fina es un inhalador que libera el medicamento en forma de niebla fina y prolongada, lo que facilita la inhalación. No usa gas propulsor, sino un mecanismo mecánico que convierte el medicamento en una bruma suave.
Características del inhalador de niebla fina
- No requiere una inhalación muy fuerte, lo que lo hace ideal para personas con poca capacidad pulmonar.
- La niebla permanece más tiempo en el aire, permitiendo una mejor absorción en los pulmones.
- Debe activarse girando la base antes de cada uso.
¿Para quiénes se recomiendan?
El inhalador de niebla fina es una excelente opción para pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y algunos asmáticos, sobre todo si tienen dificultad para hacer una inhalación fuerte o sincronizar el uso del inhalador.
Consejo: Asegúrate de inhalar lenta y profundamente para aprovechar la niebla al máximo y mantener la respiración unos segundos antes de exhalar.
Uso del inhalador de niebla fina
El inhalador de niebla fina es diferente a los demás, ya que libera el medicamento en forma de niebla fina y prolongada, facilitando su inhalación.
- Paso 1: Gira la base del inhalador hasta oír un «clic» (esto carga la dosis).
- Paso 2: Exhala profundamente (fuera del inhalador).
- Paso 3: Coloca la boquilla en tu boca y sella bien los labios.
- Paso 4: Pulsa el botón mientras inhalas lenta y profundamente.
- Paso 5: Mantén la respiración 5-10 segundos y exhala lentamente.

4. Uso de cámaras espaciadoras
Las cámaras espaciadoras son dispositivos que se acoplan a los inhaladores presurizados (pMDI) para mejorar la eficacia del tratamiento. Reducen la necesidad de sincronizar la inhalación con la pulsación del inhalador y aumentan la cantidad de medicamento que llega a los pulmones.
Características de las cámaras espaciadoras
- Facilitan la administración del medicamento, especialmente en niños y adultos mayores.
- Reducen el riesgo de efectos secundarios en la boca y la garganta.
- Aumentan la eficacia del tratamiento al permitir que más medicamento llegue a los pulmones.
- Existen cámaras con mascarilla para niños pequeños o pacientes con dificultades para sellar la boquilla.
¿Para quiénes se recomiendan?
Son especialmente útiles para niños menores de 6 años, adultos mayores o cualquier persona que tenga dificultades para usar un inhalador presurizado de forma correcta.
Consejo: Si usas una cámara espaciadora, lava sus partes regularmente con agua y jabón para evitar la acumulación de residuos de medicamento.
Errores comunes al usar un inhalador y cómo evitarlos
El uso correcto del inhalador es clave para que el medicamento llegue a los pulmones y haga efecto. Sin embargo, en consulta veo con frecuencia que muchos pacientes cometen errores que reducen la eficacia del tratamiento.
Afortunadamente, estos errores tienen solución. En esta sección te contaré cuáles son los más comunes y cómo puedes corregirlos para aprovechar al máximo tu inhalador.
1. No sincronizar la pulsación con la inhalación
Este es uno de los errores más comunes con los inhaladores presurizados (pMDI). Si pulsas el inhalador antes o después de inhalar, el medicamento no llega bien a los pulmones. En lugar de eso, puede quedarse en la boca o la garganta, lo que reduce su efectividad y aumenta el riesgo de efectos secundarios, como irritación o candidiasis oral.
¿Cómo evitarlo?
✅ Exhala profundamente antes de usar el inhalador.
✅ Coloca la boquilla en tu boca y sella bien los labios.
✅ Inhala al mismo tiempo que presionas el cartucho.
✅ Hazlo con calma, asegurándote de que la inhalación sea profunda y lenta.
2. No mantener la respiración el tiempo suficiente
Cuando inhalas el medicamento, debes darle tiempo para que se absorba en los pulmones. Si exhalas inmediatamente después de inhalar, una gran parte del medicamento se pierde y no hace el efecto esperado.
¿Cómo evitarlo?
✅ Después de inhalar, aguanta la respiración durante 5-10 segundos.
✅ Luego, exhala lentamente por la nariz o la boca.
✅ No te apresures en exhalar, deja que el medicamento actúe.
3. Falta de limpieza y mantenimiento del dispositivo
Los inhaladores y las cámaras espaciadoras pueden acumular polvo, residuos de medicamento y bacterias si no se limpian correctamente. Esto puede afectar la cantidad de medicamento que recibes e incluso aumentar el riesgo de infecciones respiratorias.
¿Cómo evitarlo?
✅ Limpia tu inhalador regularmente según las indicaciones del fabricante.
✅ En general, la boquilla del inhalador se debe limpiar una vez a la semana con un paño seco o un poco de agua tibia (si el fabricante lo permite).
✅ Si usas una cámara espaciadora, lávala con agua tibia y jabón cada 1-2 semanas y déjala secar al aire.

Consejos prácticos para mejorar la adherencia al tratamiento
Uno de los mayores desafíos en el tratamiento con inhaladores es la adherencia, es decir, que los pacientes los usen de manera correcta y constante. Muchas personas olvidan tomar sus dosis, dejan de usarlos cuando se sienten bien o los emplean de forma incorrecta sin darse cuenta.
Aquí te dejo algunos consejos clave para que aproveches al máximo tu tratamiento y logres un mejor control de tu enfermedad respiratoria.
¿Cómo saber si el inhalador está vacío?
Muchas personas no se dan cuenta de que su inhalador está vacío y siguen usándolo sin recibir ninguna dosis de medicamento. Esto puede hacer que los síntomas empeoren sin que el paciente entienda la razón.
¿Cómo comprobarlo?
✅ Inhaladores presurizados (pMDI): No puedes saber si queda medicamento solo agitándolo. Usa uno de estos métodos:
- Si el inhalador tiene contador de dosis, revisa el número.
- Si no tiene contador, coloca el inhalador en un vaso con agua (cerrado). Si flota, está vacío; si se hunde, aún tiene medicamento.
✅ Inhaladores de polvo seco (DPI): La mayoría tienen un contador de dosis en la parte superior o lateral. Revisa el número antes de cada uso.
✅ Respimat®: Cuando quedan menos de 10 dosis, el indicador muestra una señal roja.
Importancia del seguimiento médico y la reeducación en la técnica
Aunque hayas aprendido a usar el inhalador correctamente, es fácil caer en malos hábitos con el tiempo. Muchas personas creen que lo están haciendo bien, pero al revisar su técnica con el médico o farmacéutico, descubren que han estado cometiendo errores sin darse cuenta.
¿Qué hacer para mejorar?
✅ Revisa tu técnica al menos una vez al año con tu médico o enfermero especializado.
✅ Si notas que tu tratamiento no está funcionando como antes, consulta a tu especialista antes de aumentar las dosis por tu cuenta.
✅ Si cambias de inhalador, asegúrate de aprender bien la nueva técnica, ya que no todos funcionan igual.
Recomendaciones para niños y adultos mayores
Los niños y los adultos mayores pueden tener más dificultades para usar un inhalador correctamente. Los niños pequeños pueden no inhalar con suficiente fuerza, mientras que los adultos mayores pueden tener problemas de coordinación o movilidad.
Consejos para niños
✅ Usar siempre una cámara espaciadora con los inhaladores presurizados.
✅ En niños muy pequeños, es mejor usar una cámara con mascarilla para facilitar la inhalación.
✅ Explicarles de forma sencilla por qué deben usar el inhalador y convertirlo en una rutina diaria (por ejemplo, antes de cepillarse los dientes).
Consejos para adultos mayores
✅ Si hay problemas de coordinación, optar por inhaladores de polvo seco o niebla fina, que son más fáciles de usar.
✅ Usar una cámara espaciadora para facilitar la inhalación en caso de dificultades.
✅ Marcar los horarios del inhalador en un calendario o una alarma en el móvil para no olvidar las dosis.
✅ Si hay problemas de visión o destreza, pedir ayuda a un familiar o cuidador para asegurarse de que el inhalador se usa correctamente.
Tu salud respiratoria está en tus manos. Agenda una consulta con un alergólogo en Medellín
Hemos recorrido juntos todo lo que necesitas saber sobre el uso de inhaladores: desde los diferentes tipos y su funcionamiento hasta los errores más comunes y cómo evitarlos. Ahora tienes las herramientas para aprovechar al máximo tu tratamiento y mejorar tu calidad de vida.
Recuerda que usar bien tu inhalador puede marcar la diferencia entre un buen control de tus síntomas o seguir sufriendo molestias innecesarias. Si sientes que tu medicación no está funcionando como debería, si tienes dudas sobre tu técnica o si simplemente quieres asegurarte de que lo estás haciendo bien, no dudes en buscar ayuda profesional.
Estoy aquí para ayudarte. Si necesitas orientación sobre tu tratamiento, resolver alguna duda o mejorar tu técnica, ponte en contacto conmigo o con tu especialista de confianza. Tu salud respiratoria es una prioridad, y con la información y el acompañamiento adecuados, puedes vivir mejor y con menos limitaciones.
Déjame tu consulta y estaré encantado de ayudarte. ¡Respirar bien es vivir mejor!
Preguntas frecuentes sobre cómo usar un inhalador
¿Cómo usar inhalador de salbutamol en adultos?
Para usar un inhalador de salbutamol en adultos, primero hay que agitarlo bien, exhalar profundamente, colocar la boquilla en la boca y sellar los labios. Luego, se debe presionar el cartucho al mismo tiempo que se inhala lenta y profundamente, manteniendo la respiración por 5-10 segundos antes de exhalar suavemente.
¿Cómo usar inhalador con aerocámara en adultos?
El uso del inhalador con aerocámara en adultos es más sencillo y eficaz. Se coloca el inhalador en la aerocámara, se exhala profundamente y luego se sella bien la boquilla con los labios. Se presiona el inhalador y se inhala lentamente o se hacen varias respiraciones normales dentro de la aerocámara para asegurar que el medicamento llegue a los pulmones.
¿Cómo aplicar un inhalador?
Para aplicar un inhalador correctamente, es fundamental exhalar antes de usarlo, coordinar bien la pulsación con la inhalación, respirar de manera profunda y lenta, mantener la respiración unos segundos y asegurarse de limpiar el dispositivo con regularidad para evitar acumulación de residuos.
¿Cómo usar un inhalador de beclometasona nasal?
El inhalador de beclometasona nasal se usa inclinando ligeramente la cabeza hacia adelante, tapando una fosa nasal y colocando la boquilla en la otra. Se presiona el dispensador mientras se inhala suavemente por la nariz, repitiendo el proceso en la otra fosa nasal. Después, se debe limpiar la boquilla para evitar obstrucciones.
¿Cómo usar un inhalador para la tos?
Si se usa un inhalador para la tos, es importante exhalar antes de inhalar, colocar la boquilla correctamente en la boca, sellar los labios y presionar el inhalador al mismo tiempo que se inhala profundamente. Luego, se mantiene la respiración unos segundos antes de exhalar para que el medicamento actúe correctamente.
¿Cuál es la forma correcta de usar un inhalador?
La forma correcta de usar un inhalador varía según el tipo, pero en general implica exhalar antes de inhalar, asegurarse de una buena coordinación entre la pulsación y la respiración, inhalar profundamente, retener el aire unos segundos y limpiar el dispositivo con frecuencia.
¿Cómo hacer una inhalación correcta?
Para hacer una inhalación correcta, se debe exhalar previamente, colocar la boquilla del inhalador en la boca, inhalar de manera profunda y sostenida al mismo tiempo que se acciona el dispositivo, mantener la respiración por unos segundos y luego exhalar lentamente.
¿Cómo es mejor usar el inhalador?
El mejor uso del inhalador depende de su tipo: los presurizados se benefician del uso de una aerocámara, los de polvo seco requieren una inhalación fuerte y rápida, y los de niebla fina deben inhalarse lentamente para que el medicamento llegue a los pulmones de manera eficaz.
¿Cuántos minutos se usa el inhalador?
El inhalador no se usa por minutos, sino en segundos. En el caso de inhaladores como el salbutamol, se recomienda esperar entre 30 segundos y un minuto entre cada inhalación si se necesita una segunda dosis.
¿Qué pasa si uso mal el inhalador?
Si se usa mal el inhalador, el medicamento puede no llegar correctamente a los pulmones, reduciendo su efectividad y dejando los síntomas sin control. Además, pueden presentarse efectos secundarios como irritación en la garganta, candidiasis oral y una menor respuesta al tratamiento.
¿Qué hacer después de usar un inhalador?
Después de usar un inhalador, especialmente si contiene corticoides, es importante enjuagarse la boca con agua y escupirla para evitar infecciones en la garganta. También se recomienda limpiar la boquilla del inhalador regularmente y guardarlo en un lugar seco y seguro.